¿Por qué ofendemos a las personas? ¿Por qué nos creemos con ciertos derechos respecto a los demás? ¿Qué es lo que hace que la rabia, el odio,  el dolor, el sufrimiento, nos genere atacar a  otras personas?

Si tu eres amor sobre ti mismo, todo lo que vaya alrededor tuyo tendrá amor, porque querrás para los demás, lo que sientes en ti.

Ahí es donde esta la clave en llenarnos cada uno de nosotros mismos y que esa vibración la compartas con todo el mundo.

Dejemos de poner excusas, hoy es necesaria la conciencia de uno mismo para generar el cambio.

Para! Deja de avanzar, siéntate, siéntete, respira y se consciente de lo que dices y lo que haces, no por ni para los demás, sino por y para ti mismo.

La clave de la situación es sentir. Dedica el tiempo a sentir lo que quieres, no a pensar. Cuando tu no sientes algo, no es real.

Hay que trabajar más la consciencia de lo que sentimos y somos cada uno independientemente al resto.

Si todos los días comienzas a ser consciente de lo que tu sientes, de esa espiritualidad, de esas emociones, de esas sensaciones que a lo largo de la vida no has querido sentir y las aceptas y las compartes empezaras a perder el miedo a la muerte...

Cuando nacemos todo el mundo habla de la muerte como algo terrible, el final, ya no hay nada más.

¿Pero que es en realidad la muerte? En este podcast  vemos y hablamos de la muerte desde otra perspectiva...

Si la relación con la persona con la que estés eres completamente sincero y te dispones para que ambos os podáis ayudar, eso hará que la relación sea lo mejor que te ha pasado en la vida para nutrirte, para estar en el amor.

Las relaciones nos sirven para ser conscientes de lo que es amar de diferentes formas y con diferentes emociones, no enseñan que el amor es libre, que no tiene juicio, que es diferente en cada persona y que está todo en la complementación y no en la competición.

Me gustaría transmitiros que lo único que puede hacernos sufrir es nuestra conciencia respecto a cada una de estas experiencias que vivimos. Transformar estas experiencias aceptándolas y enfrentándolas es lo que nos hace ver la luz al final del túnel.

Por un buen tiempo debes repetir el proceso y concentrarte solo en tu respiración, sin esperar nada más que encontrar la paz y la calma a través de focalizar toda tu atención, toda tu energía y todo tu pensamiento en una respiración fluida y ordenada, equilibrara y organizada.