La Escuela Estatutaria Holandesa del siglo XVII revolucionó el Derecho Internacional Privado al introducir un enfoque más pragmático para resolver conflictos de leyes entre distintas jurisdicciones. Sus principales exponentes, Paul Voet y Ulrik Huber, desarrollaron el concepto de comitas gentium o cortesía internacional, estableciendo que los Estados pueden reconocer leyes extranjeras por conveniencia y reciprocidad, sin que esto sea una obligación absoluta.
Esta doctrina permitió una mayor flexibilidad en el comercio internacional y la armonización de normativas entre países, influyendo en sistemas jurídicos como el inglés, alemán y estadounidense. Su legado sigue vigente en la aplicación moderna del Derecho Internacional Privado