Ética e integridad. Se trata de una disciplina que nos ayuda a saber cómo vivir, cómo actuar, cómo tomar decisiones personales y para todos los demás.
Los seres humanos estamos condenados a tomar decisiones, no estamos terminados o predestinados, las cosas suceden derivado de que tomamos decisiones. (Adela Cortina) Si sabemos tomar buenas decisiones será más fácil alcanzar nuestra felicidad y plenitud.
Respecto de contar o no con un comportamiento ético en un equipo.
La carencia de un comportamiento ético de una persona perjudica lar relaciones sociales en la médula, ya que el comportamiento de una persona en su vida diaria se verá reflejada en la relación que se tenga dentro del equipo. Por lo tanto si el miembro del equipo se comporta desalineado a los valores del resto, se verá reflejado un impacto fuerte en el desempeño del equipo.
The Behavioral Economics - Dice que si el hombre se da cuenta que su comportamiento es aceptado, lo seguirá haciendo. Si se da cuenta que es rechazado, lo modificará.
La competencia de "Toma de decisiones" es cada vez más buscada en el ámbito laboral; y las empresas o empleadores, esperan que esas decisiones se tomen con fundamentos éticos.
En palabras sencillas algunos ejemplos generales de las diferentes posturas éticas son: "No le hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan" o "hazle a los demás lo que te gustaría que te hagan a ti", "haz el bien y evita el mal", "el fin no justifica los medios", "haz solo aquello que contribuya al progreso y desarrollo del hombre", etc.
Una buena herramienta para abordar este tema en los equipos es encontrar el factor común de los miembros del equipo, establecer mínimos y máximos del comportamiento de los participantes. Además, es algo dinámico que se deberá actualizar periódicamente.
Asimismo, es de mucha ayuda generar hábitos correctos a las nuevas generaciones, desde muy pequeños, para que conforme crezcan sepan tomar buenas decisiones haciendo conciencia del impacto que sus decisiones en ellos mismos, en sus vidas, en otras personas y en el entorno en el que vivimos.
Debemos caminar hacia un mundo o un ambiente, laboral incluso, donde cada quien nos hacemos responsables de las tareas que realizamos, tomando las decisiones correctas, sin que vengan otras personas o áreas a vigilar que esté haciendo las cosas conforme al marco de referencia del lugar en el que me encuentro conviviendo en ese momento.
Tenemos la responsabilidad como líderes en nuestras casas, líderes académicos, líderes empresariales, de mostrar el camino correcto a quienes nos observan para que con nuestro ejemplo, se promueva con más fuerza la manera en que se deben hacer las cosas basados en la ética y la integridad.
Recomendación: Ver el documental de Dan Ariely de la Universidad de Duke, The Honest Truth About Dishonesty.
Es ideal leer acerca de estos temas, incrementar nuestro espíritu crítico, cuestionarnos y sobre todo contestarnos a nosotros mismos, si la forma en que estamos haciendo las cosas nos deja conformes.
También es de utilidad aprender a ganar pequeñas batallas diarias que nos ayuden a crecer en los diferentes ámbitos, sin desesperarnos y sin querer ver resultados rápidos y enormes, sino, disfrutando de los pequeños avances que se tienen y confiando en que en el largo plazo, esos buenos hábitos nos traerán frutos positivos.