A nosotros nos reconoces no por lo bonito que mostramos físicamente, no, mas bien nos reconocen por la calidad de servicios, por lo atentos, honestos, trabajadores y solidarios nos presentemos, es decir, mas que la carta de presentación, la capacidad intelectual o poder económico, nos verán mejor si eso lo reflejamos a los demás y si también nos mostramos solidarios a nuestros hermanos que sufren o pasan necesidad.

Claro, es necesario creer pero también se hace necesario confiar, confiar que lo que estamos pidiendo a Dios por medio de su Hijo llegara en el momento de Dios, y cuándo es ese momento?? Eso se lo dejamos a Dios, pero nosotros debemos esperar, es difícil pronosticar o predecir el tiempo que Dios tarda en responder, pero estoy seguro que si estamos confiados en que Jesús escucha nuestros ruegos la espera será un momento de intimidad y salir mas fortalecidos y llenos de Dios.

Podríamos pensar que la verdadera vida lo podemos vivir aquí en la tierra los años que alcancemos a disfrutarlo, pero no, un día un hombre inocente de culpa no solo entrego su vida por nosotros, sino que también venció a la muerte muriendo en una cruz, por tal no deberíamos tener miedo o dudas en aceptar a Jesús en nuestras vidas y mas cuando el mismo se nos presenta como la verdadera y nos indica el camino para alcanzarlo.

Siempre nos identificamos con algo, siempre que alguien nos pregunta de donde somos o que haces tenemos una carta de presentación, no es necesario ser profesional para entregarlo, porque hoy en día todo lo que hagamos digamos o pensemos, es donde realmente pertenecemos, a veces es difícil pensar que gente profesional tenga maneras o formas tan pobres de actuar o vivir la vida, mientras quienes no han logrado alcanzar títulos profesionales viven su vida con pasión y aprovechando cada oportunidad.

El Padre esta muy pendiente de las cosas que le pedimos y, nos envía a su hijo como una muestra de amor para que en su nombre podamos pedir todo lo que necesitemos al Padre, no olvidemos que también podríamos tener esa paternidad en nosotros siempre y cuando acojamos al hijo en nuestras vidas, acojamos su palabra, y aceptemos caminar junto a El.

Quien nos ha dicho que nuestras actividades o acciones no son importantes para el logro de los objetivos, cada paso, cada actividad, cada aporte es importante para concluir un proyecto y, creo que en ocasiones hay personas que buscan destacar y quizás a minimizar el aporte de los demás y eso no quiere Dios, sino mas bien que cada uno de nosotros de de lo que podemos y desde nuestras realidades.

Si, si existe ese Padre moderno en estos tiempos, ese es Dios, un Padre que pensó en nosotros en cada una de las cosas que ha creado pero aun a pesar del sentido que nosotros le damos a las cosas El no se aleja, no nos abandona, al contrario nos acoge, nos recibe y quiere que vivamos en la plenitud de su amor.

El Padre siempre quiere lo mejor para nosotros, nos cuida, nos ama, pero también nos quiere libres y que podas disfrutar de las cosas que El generosamente nos quiere dar, a ratos pareciera que nos olvidamos de El y del ejemplo de vida que nos da a través de Jesús, estilo de vida al que todos somos llamados para estar mas cerca y parecernos mas al El.

A veces es tan difícil encontrar una persona que nos conozca total, total. Pero si existe esa persona y es Jesús, es Dios, ellos nos conocen tan bien que saben en estos momentos lo que necesitamos pero también están allí para cuidarnos para consentirnos porque somos parte de su redil, creo que muchas veces por decisión propia nos salimos de ese redil y los resultados no son tan buenos, pero a pesar de eso el esta listo en la puerta para recibirnos, no dudemos de regresar y ser parte de ella.

Así es, El es el Pastor que cuida de nosotros y mas que cuidar nos conoce, sabe y esta pendiente de las cosas que nos pasa, que nos duele, nos entristece, aquellas cosas que nos hacen felices, es decir, es mas que un Pastor es nuestro Padre y por eso no dejara que nosotros estemos solos y cuando queramos elegir un camino incorrecto El estará dispuesto a pedirnos que regresemos y nos recibirá.