Mucha de nuestra teología está basada en canciones y no en la Biblia, también responde más a fines comerciales que evangelísticos y busca posicionar a los artistas antes que al mensaje, y aunque no estén listos para esa conversación, es hora de hablarlo.
Además, ver a Bad Bunny vestido de mujer no necesariamente es cuestionar los estereotipos de género.
Junto a Rommel Salazar, Samuel Melo, Jimmy Sarango, y los aportes de Juan Pablo Viteri, antropólogo visual, investigador cultural y productor de medios.