Las horas más aciagas. Francia acaba de capitular con la Alemania nazi. En un mes y medio fue aplastada. La mitad del territorio francés es ocupado por los alemanes, y la otra mitad queda en manos de un gobierno títere: el régimen de Vichy. De esta manera, desaparece la Francia aliada a los británicos y nace una técnicamente neutral. Hitler evalúa ahora la conquista de las islas británicas. Sabe que parece eso necesita fortalecer su flota naval. El primer ministro británico Winston Churchill sabe dónde lo puede conseguir. En días, tomará una decisión extremadamente controversial. Atacar a sus viejos aliados. En este capítulo de Blitzkrieg Pop, Mers el kebir: sin lugar para los débiles. 



Créditos:
Guión y narración: Juanchi Hounie
Edición de sonido: Alvin Larrosa

Producción general: Juanchi Hounie y UyCast

Sobre las cuatro y media de la mañana del viernes 10 de mayo de 1940, el tren privado de Adolf Hitler llega a la modesta estación de Euskirchen, entre las ciudades de Bonn y Aquisgrán, muy cerca de la frontera belga. El Führer y su camarilla suben a un amplio Mercedes Benz color negro de seis ruedas, y avanzan a toda velocidad entre una zona de bosques y montañas. La madrugada está oscura y fría. Finalmente, el auto se detiene a la entrada de un búnker excavado en piedra. Se le conoce como Felsennest, en alemán, nido de roca. Este será el puesto de mando de Hitler en el próximo tiempo. Un habitáculo de cuatro cuartos, que se halla a unos 365 metros de altura, con entrada oculta, pero con una estupenda vista de la frontera belga, ubicada apenas a unos 30 kilómetros al oeste. Ya está en marcha una gigantesca maquinaria de guerra, compuesta por casi 40 mil vehículos. La operación para derrotar a los franceses es un reloj de precisión que no se puede trancar. Si todo sale bien, los alemanes dejarán boquiabierto al mundo en cuestión de semanas. De lo contrario, estarán atascados en el barro como en 1914. Hoy en Blitzkrieg Pop, La conquista de las Galias, la avanzada nazi sobre Francia. 


Créditos:
Guión y narración: Juanchi Hounie
Edición de sonido: Alvin Larrosa

Producción general: Juanchi Hounie y UyCast

Sobre las cuatro y media de la mañana del viernes 10 de mayo de 1940, el tren privado de Adolf Hitler llega a la modesta estación de Euskirchen, entre las ciudades de Bonn y Aquisgrán, muy cerca de la frontera belga. El Führer y su camarilla suben a un amplio Mercedes Benz color negro de seis ruedas, y avanzan a toda velocidad entre una zona de bosques y montañas. La madrugada está oscura y fría. Finalmente, el auto se detiene a la entrada de un búnker excavado en piedra. Se le conoce como Felsennest, en alemán, nido de roca. Este será el puesto de mando de Hitler en el próximo tiempo. Un habitáculo de cuatro cuartos, que se halla a unos 365 metros de altura, con entrada oculta, pero con una estupenda vista de la frontera belga, ubicada apenas a unos 30 kilómetros al oeste. Ya está en marcha una gigantesca maquinaria de guerra, compuesta por casi 40 mil vehículos. La operación para derrotar a los franceses es un reloj de precisión que no se puede trancar. Si todo sale bien, los alemanes dejarán boquiabierto al mundo en cuestión de semanas. De lo contrario, estarán atascados en el barro como en 1914. Hoy en Blitzkrieg Pop, La conquista de las Galias, la avanzada nazi sobre Francia. 


Créditos:
Guión y narración: Juanchi Hounie
Edición de sonido: Alvin Larrosa

Producción general: Juanchi Hounie y UyCast

Corre agosto de 1939. Europa está al borde de una nueva guerra. Hitler reclama para Alemania territorio en poder polaco. En Berlín, el embajador británico Nevile Henderson negocia con los días contados la paz. El último hombre que le gritó a Hitler: cronología de una invasión.

Corre agosto de 1939. Europa está al borde de una nueva guerra. Hitler reclama para Alemania territorio en poder polaco. En Berlín, el embajador británico Nevile Henderson negocia con los días contados la paz. El último hombre que le gritó a Hitler: cronología de una invasión.

Corre agosto de 1939. Europa está al borde de una nueva guerra. Hitler reclama para Alemania territorio en poder polaco. En Berlín, el embajador británico Nevile Henderson negocia con los días contados la paz. El último hombre que le gritó a Hitler: cronología de una invasión.

A fines de 1941, Hitler resuelve mandar al nazi más peligroso de todos a Checoslovaquia para poner orden, en un país donde las industrias eran clave para los intereses bélicos alemanes. Allí llega Reinhard Heydrich y en pocos meses asfixia a la resistencia y aumenta la productividad del trabajo. En Londres, mientras tanto, el gobierno checo en el exilio con el aval de Winston Churchill planifican una misión casi suicida que habría de impactar al mundo. Un comando de paracaidistas habría de atentar contra la vida del carnicero de Praga. Una historia dramática y electrizante.

A fines de 1941, Hitler resuelve mandar al nazi más peligroso de todos a Checoslovaquia para poner orden, en un país donde las industrias eran clave para los intereses bélicos alemanes. Allí llega Reinhard Heydrich y en pocos meses asfixia a la resistencia y aumenta la productividad del trabajo. En Londres, mientras tanto, el gobierno checo en el exilio con el aval de Winston Churchill planifican una misión casi suicida que habría de impactar al mundo. Un comando de paracaidistas habría de atentar contra la vida del carnicero de Praga. Una historia dramática y electrizante.

A fines de 1941, Hitler resuelve mandar al nazi más peligroso de todos a Checoslovaquia para poner orden, en un país donde las industrias eran clave para los intereses bélicos alemanes. Allí llega Reinhard Heydrich y en pocos meses asfixia a la resistencia y aumenta la productividad del trabajo. En Londres, mientras tanto, el gobierno checo en el exilio con el aval de Winston Churchill planifican una misión casi suicida que habría de impactar al mundo. Un comando de paracaidistas habría de atentar contra la vida del carnicero de Praga. Una historia dramática y electrizante.

Con la llegada de Hitler al poder en 1933, su referente comunicacional y adalid de la propaganda nacional socialista, Joseph Goebbels, tomó bajo su mando el sistema de radios en Alemania para constituir desde allí el gran amplificador de la ideología y la política nazi. Esta historia está exhaustivamente relatada en el libro Radio Hitler: Nazi Airwaves in the Second World War, del periodista inglés de la BBC Nathan Morley. Hoy en Bltizkrieg Pop, edición especial, con una entrevista al propio Nathan Morley.