Continuamos con la vida de Santa Faustina Kowalska.
Sor Faustina recibía visitas y mensajes de Jesús para que predicara la Divina Misericordia al mundo, supone una intensa vida espiritual y necesitaba un confesor, director espiritual a quien poder hablarle con confianza y desahogar su corazón. En mayo de 1933 hizo los votos perpetuos, en los ejercicios espirituales previos conoció a un confesor que sabía dirigirla, pero no era el definitivo. El Señor le dijo que pronto lo tendría y para ello tuvo una visión. El día de los votos perpetuos a sor Faustina no le acompañó ningún familiar, pues debido a la pobreza de la familia no les fue posible, pero la alegría de sor Faustina era igualmente grande y aprovechó para pasar el día con Jesús.
Después de los votos, las hermanas eran destinadas a diversos conventos. Sólo faltaba sor Faustina, quien esta situación no la alteraba en absoluto, pues ella solo quería hacer la voluntad de Dios y eso estaba haciendo. Finalmente, fue enviada al convento de Vilnius, donde será la encargada del huerto. Allí reconoció al sacerdote que iba a ser su director y confesor, el padre Sopocko.