Nos situamos en Julio de 1937, recordamos que Sor Faustina muere en octubre del siguiente año, tiene diagnosticada una tuberculosis. Sor Faustina reza continuamente por su país. En ocasiones no siente cerca al Señor como de costumbre lo sentía y Jesús le comunicó que justamente entonces estaba más profundamente unido a ella que cuando le acontecían los éxtasis. Debido a su debilidad física deja de cuidar el huerto y la colocan en la portería, allí tuvo más contacto con la realidad, un mundo de miseria y conflictos, recordamos que la segunda guerra mundial llegará dos años después, Dios la protegió poniendo un Querubín junto a ella en la puerta. Tuvo también problemas con las hermanas del convento, unas creían de verdad en su debilidad y otras pensaban que fingía para librarse del trabajo.
En Octubre de ese mismo año, Sor Faustina recibió instrucciones del Señor específicas: a las tres de la tarde es la hora de la Gran Misericordia, hora en que el Señor no rehusará nada al alma que pida algo por los méritos de su pasión.