En este tiempo de pandemia, hemos descubierto muchas cosas, pero creo que hay una que es necesario destacar: la fuerza del amor ante la destrucción. Cuando acogemos el amor de Cristo en nuestra vida y entra en nuestro corazón, nos cambia, transforma la existencia y nos hace capaces de amar según la media de Dios, ¡sin medida, a todos! La desmedida del amor de Dios nos hace oponernos siempre al mal, perdonar, acoger, compartir... Es un amor que tiene tal fuerza que cambia todo lo que hay a nuestro alrededor.