El silencio es considerado una forma de comunicación tanto verbal como no verbal, y tiene una gran importancia en la mediación, tanto para los mediadores como para los mediados. Cuando un mediado habla y el mediador lo escucha en silencio, la persona que acude a mediación se siente escuchada y por tanto, comprendida. Siente que su problema es importante para el mediador y por tanto, se siente “protagonista” de la sesión de mediación. Mediación, alternativa de resolución de conflictos.