Tras hablar De Dios Padre y De Dios Hijo, nos centraremos en El Espíritu Santo, a través del cual el Padre y el Hijo se hacen presentes en nuestra vida, iluminándonos, santificándonos y ayudándonos con nuestros dones para alcanzar la vida eterna.Gálatas 5, 22-23: El fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, Fe, mansedumbre y templanza.