.Mi pequeño pony suena muy naif, por eso batimos a duelo en un ring desconocido a nuestros pequeños políticos. ¿Quién ganará? ¿Quién será el menos peor?. Presentamos nuestros clásicos segmentos y traemos al cuco de los noventa por excelencia, aquel que chupaba vacas. Mientras los 2000 nos traen la mejor pelea de la televisión argentina, teniendo en esquina del ring al peso mediático y la otra al peso frigorífico.

Camufladas como dos  pseudo investigadoras paranormales compartimos sus anécdotas de aquella vez que se les lleno la cuestión de preguntas. Mucha niña de blanco y bebes llorando, aberturas mágicas y una casita del terror de la abuela. Mientras nos adentramos en el mundo de dos asesinos seriales argentinos, el inicio de los 2000 nos trae el rey de los reality donde una pequeña valija y un ojo que todo lo ve arman un desmadre.

Segunda ronda de terapia ilegal con sus maldades de la infancia desde delitos en la madrugada, pequeñas martas minijins hasta montañas rusas casera. Mientras afirmamos la afición de los ingenios por desaparecer gente desde sus inicios, la morocha mas argenta nos muestra como sobrevivir a todos las décadas con su lengua karateka.

La Madama y la Cachorra abren su consultorio del amor para compartir sus desventuras sexuales. Desde besos de la muerte, juguetitos comunitarios hasta un fotógrafo insaciable. Mientras descubrimos que algunos entes paranormales son incluidos en el arte amatorio, los 90 nos trae una "medica" llena de glamur, estafa y muerte.

Abrimos nuestras terapia ilegal con sus maldades de la infancia, desde obsequios intestinales, venganzas gastronómicas hasta sabotajes a profilácticos.  Mientras los 90 nos traen una boda de poder, locro y carente de piquitos, un exorcismo nos recuerda el dulce accionar de la iglesia.

Porque las primeras veces suelen ser amargas, traemos segunda vuelta de anécdotas infragantis. Mucho amante fervoroso en la via pública, estrategias dignas de científicos para eliminar hedores y  hasta un ajuste de cuentas a la patronal. 

Mientras los '90 nos recuerdan una novela infantil que nos enterneció y frito las neuronas, la llanura pampeana nos vuelve a preguntar ¿Realmente estamos solos en el universo?

Acompañadas de nuestro primer invitado nos subimos en sus anécdotas y salimos de viaje. Casi nos ahoga la marea, usurpamos un hotel y peleamos con un linyera. Sin escala y sin porque, terminamos improvisando payadas extrañas y cantos paupérrimos.

Decenas de seres descubiertos infraganti dan cuenta que nos seduce el engaño. Desde obras en construcción, pastizales altos y lanchas alcahuetas hasta fantasmitas sin cabeza.  Mientras en Córdoba cada quien con su fantasma, rememoramos el culebrón máximo de los 90.

Un atracón de muertos demuestran que no somos tan solemnes en los funerales. Desde la perdida de un cortejo fúnebre, hasta un Alien en un freezer. Terminado en programa televisivo lleno de hormonas y acné capaz de todo por un viaje.

Vestidas como dos enanas de jardín a 40°C, brindamos con una tía bipolar y recorremos una roja, pero muy roja navidad. Rememoramos las fiestas en los 90s y exploramos tradiciones extremas del mundo.