Dentro de la normalidad nortesantandereana, a nadie le debe sorprender que detrás del mejor hotel de Chinácota estén el yerno del gobernador y la cuñada de quien era el alcalde
Dentro de la normalidad nortesantandereana, a nadie le debe sorprender que detrás del mejor hotel de Chinácota estén el yerno del gobernador y la cuñada de quien era el alcalde