Aparentemente todo era una moda. Una perfecta mascarada que había creado para validar mi rebeldía juvenil, para llamar la atención o para reclamarle a mamá la ausencia de un padre ¡Mentiras! Siempre lo supe, hervía dentro de mi. Mi naturaleza queer ha sido siempre poderosa, transgresora, cautivadora, envolvente y muy femenina. Luz Mila mi mejor amiga de entonces, junto a su grupo de amigas trataron en vano de cambiarla, no lo hacían porque les fastidiara, les presentara un obstáculo social o sintieran celos de Chez, lo hacían movidas quizas por el deseo de que el matoneo parara y la discriminación no fuera más "el pan diario" del adolescente. Pero aquel bailarín e histriónico personaje había nacido con un destello multicolor que no se desvanecería jamás.