Disfruto comer tanto en casa como en la calle, hay algo especial en comer en un local, pero justo porque la comida sea buena, evito llevármela a casa. Escuchen mis razones.

Hasta dónde la supervisión del dueño de un local gastronómico influye en la prosperidad de un negocio y en especial en el cliente culinario?

Es una pena que muchas personas que se llaman emprendedores, aún luego de meses de haber abierto, no han aprendido la lección sobre la energía del dinero.

Prescindir del cuchillo o el tenedor en los platos en donde podamos tomar el alimento con las manos, hará que el sabor cambie y evidentemente se vaya creando una expectativa de lo que será eso en nuestra boca, olfato y mente.

La falta de inteligencia emocional y el deseo de salir de la “situación” que viven, hace a muchos olvidar la verdadera y cálida atención al cliente. De eso hablaré en este podcast.

Ahora la mesa reemplaza al fuego cavernícola, y las rocas filosas reemplazadas por cubiertos. Nuestra tribu son nuestros familiares, nuestros amigos.

Cómo sería tu experiencia gastronómica hasta llegar al último bocado de un platillo?

Cuánto sabes sobre las razones por las cuales una persona elige o no tu restaurante para comer? Cómo la Neurogastronomía se convierte en un aliado para aquellos que desean destacarse en la atención al cliente?

Debemos provocar por medio de las texturas, olores, colores, sabores de la comida, pero también por medio de las emociones que envuelven la metáfora y la historia que evoca recuerdos. Aprender a narrar historias asociadas a nuestros platos en casa o en nuestro restaurante.

Cada vez que comemos o bebemos con alguien, la hormona social se dispara: la oxitocina. Recibir un abrazo o conversar amablemente ofrece el mismo resultado.