Una de las cosas que más me gustan acerca de las Reglas Del Hogar, es el hecho de que estamos viviendo bajo la enseñanza de Dios. No son reglas que nuestra Iglesia, padres, o que nosotros mismos inventamos. Son las reglas que el Creador, Dios Todopoderoso, Dios Santo nos ha dado con el fin de que vivamos en obediencia, bajo Su bendición. No son reglas para ser argumentadas, discutidas, o puestas en duda. Son reglas para ser aceptadas y aplicadas al diario vivir, para honra de Dios.
Romanos 13:9 dce, “Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
(1) Reglas 6 al 10 se resumen en amar al prójimo. Los religiosos sintieron que no eran suficientes, así que, a esta lista de reglas, le añadieron cientos de reglas más. Cuando vino Jesús, volvió a simplicar el asunto, reduciendo las reglas 6 al 10 en una sola: Amar al prójimo como a uno mismo. Siguiendo el ejemplo de Jesús, en el CDV hemos intentado no complicar las cosas, sino hacerlas más sencillas y simples, con el fin de asegurarnos de cumplir la misión de “hacer discípulos”, que el Señor nos ha dado.
(2) Reglas 1 al 5, aunque de manera indirecta, están ligadas a amar al prójimo. Dios y nuestros padres no son prójimo, pero debemos comprender que nuestra vida aquí en la tierra se trata de relaciones y que están entretejidas de tal manera que, si deshacemos uno, deshacemos al otro. Nuestros padres terrenales son lo más cercano a Dios que podemos tener en esta tierra. Así como amamos a nuestros padres, así debemos amar a nuestro Padre Celestial. Así como Él cuida de nosotros, protegiéndonos, y proveyendo para nosotros; así también ellos. Tan entretejidas están, que el no tener la relación correcta con una nuestros padres, afectará nuestra relación con Dios. Aquí es donde las reglas están ligadas, pues, tampoco podemos tener la relación correcta con Dios si odiamos a nuestro hermano o prójimo.
(3) ¿Cuánto nos amamos? Recuerden que todas las reglas, están íntimamente ligadas a “amar al prójimo”. La desobediencia a todas estas reglas nos daña, nos destruye y termina matándonos. Si sabemos que esto es cierto, ¿cómo podemos decir que nos amamos, cuando abiertamente las desobedecemos? Pienso que, si nos amamos, nos dedicaremos a cosas que nos van a beneficiar; no cosas que van a dañar y perjudicarnos. ¿Saben, si realmente nos amamos, nos dedicaremos a servir, evangelizar y discipular a nuestro prójimo con todo nuestro corazón, en obediencia a Dios, entendiendo que para eso fuimos creados, y que es la mejor cosa que podríamos hacer para nosotros mismos.
Todas las relaciones que tenemos, dependen de nuestra relación con Dios. Si nuestra relación con Dios no está bien, no tendremos lo necesario para llevar a cabo el propósito de nuestra existencia. Si el propósito de nuestra existencia no se trata de nuestra relación con Dios y las demás personas, entonces, explíqueme por favor…¿de qué se trata?
AMAR AL PRÓJIMOLun 18...Levítico 19:18Mar 19...Romanos 13:8Mié 20...Mateo 22:39Jue 21...Deuteronomio 24:10Vie 22...Proverbios 3:28