Verdaderamente, yo soy el primero que cuando me paso en mi comida no saludable, me enfado conmigo mismo. Pero este enfado, como si de una “pataleta de niño” se tratase, no debe ser la forma de solucionarlo. Al contrario, no debemos sentirnos mal, porque si del 100% de nuestra alimentación habitual, hacemos bien un 80%, no debemos preocuparnos en exceso de lo que hagamos mal el 20% restante.
Debes tener muy claro que tu alimentación debe estar totalmente en línea con la salud de tu cuerpo. El gran problema viene, cuando sales a la calle, a vivir tu día habitual y te encuentras solo ante el peligro, en una jungla llena de trampas que no nos van a dejar caminar con tranquilidad.