Bienvenidos a la mejor comedia de la televisión española.
No, no hablo de La que se avecina (que lleva estrenando su “nueva” temporada desde hace tres años en Prime antes de aparecer en Telecinco). Hablo, por supuesto, de “La Isla de las Tentaciones”, la obra maestra involuntaria del humor contemporáneo.
He vuelto después de unas cuantas ediciones, resistiendo —como diría Premio Planeta Sandra Barneda— la tentación. Pero aquí estoy, cayendo otra vez. Quizás por culpa de los outfits imposibles, las mujeres maquilladas para ir a la playa, o las parejas que claramente ya habían roto antes de empezar a grabar.
Temporada 9: cinco nuevas parejas llegan “a luchar por el amor contra la tentación”. Traducción al idioma del pueblo: cinco parejas que han venido a ser famosas haciendo vídeos que algún día sus hijos encontrarán en YouTube y fingirán no conocerlos. Pero oye, nos dan televisión de la buena. O al menos de la buena mala.
Entre zezeos, dramas caribeños, lágrimas por contrato y frases imposibles, esta edición promete ser la comedia más hilarante de la televisión actual.
Sandra y Juanpi, Darío y Almudena, Rodri y Helena, Gilbert y Claudia, Nieves y Lorenzo… un reparto digno de un spin-off de Veneno mezclado con Gran Hermano VIP.
Y, por supuesto, los tentadores y tentadoras, el elenco de figurantes más bronceado y rentable de la historia del audiovisual español. Entre lágrimas, gritos al iPad y miradas que “lo dicen todo”, se cocina la tragicomedia del año.
Así que ajusten el volumen, preparen el ventilador y disfruten del show donde nadie actúa bien… ni cuando fingen que no están actuando.