El nacimiento de un hijo supone un verdadero test de estrés para la pareja: ahí es donde se va a tener que demostrar la calidad del vínculo entre ambos y la capacidad para trabajar en equipo. Además de las situaciones nuevas que genera, amplifica los problemas que ya podían existir antes.
El nacimiento de un hijo supone un verdadero test de estrés para la pareja: ahí es donde se va a tener que demostrar la calidad del vínculo entre ambos y la capacidad para trabajar en equipo. Además de las situaciones nuevas que genera, amplifica los problemas que ya podían existir antes.