En el episodio final de esta segunda temporada de Cuarta Llamada, recibimos a dos artistas que entienden el teatro como un lugar donde la verdad no se esconde: Regina Blandón y Mauricio García Lozano. Juntos exploramos —con una honestidad feroz— cómo el escenario puede convertirse en espejo, en juicio y en refugio.
Regina nos guía por los universos incómodos y luminosos que ha habitado: desde la ambición que corroe en Parásitos, la incomodidad necesaria de Happy, hasta la devastadora y visceral verdad de Prima Facie, donde la voz se vuelve cuerpo y testimonio. Hablamos de lo que se sostiene sin juzgar, de lo que es imposible no juzgar, y del precio íntimo de interpretar verdades que duelen.
Mauricio, por su parte, abre las puertas de un teatro que piensa y se pregunta. Desde el juego de poder entre observar y ser observado en Tebas Land, la poesía visual y la fragilidad en La Niña, la Barca y el Canario, hasta la memoria como acto de justicia en En Primera Persona, nos comparte cómo ha mutado como director, actor y maestro. Conversamos sobre riesgo, ética, escucha, y la responsabilidad de contar historias que no pueden seguir siendo silencio.
Este episodio es una despedida, pero también una declaración: el teatro sigue respondiendo preguntas que el mundo todavía no se atreve a hacer. Y en ese territorio, Regina y Mauricio caminan con valentía, humor, profundidad y una sensibilidad que atraviesa.
Cerramos la temporada agradeciendo a quienes hacen posible este espacio, y recordamos que, como siempre decimos en Cuarta Llamada:
a veces las verdaderas historias comienzan cuando acaba la función.