Descubre el pequeño héroe que fue Miguel Ángel. Sus poderes fueron un martillo, unos cuantos pinceles y, por encima de todo, una imaginación desbordante acompañada de una forma nueva y genial de entender el arte. Para Miguel Ángel, cada bloque de mármol escondía dentro de sí una escultura, y su labor consistía en liberarla. Gracias a todos estos poderes realizó obras tan famosas como La Piedad, el David o el Juicio Final, obras que seguimos admirando más de quinientos años después de su creación. Tal es la proeza de Miguel Ángel, y esta es su historia.