La historia del famoso poema Desiderata
La palabra “Desiderata” proviene del latín y significa “cosas que se desean”. También es el título de un famosísimo poema, que se volvió particularmente célebre durante los años sesenta, de la mano del movimiento hippie. El texto es un compendio de sabios consejos que le ha dado la vuelta al mundo entero, por la precisión de las ideas y la profundidad del contenido.
En un momento dado se produjo todo un debate sobre el origen de este poema. Alrededor del texto se tejió la leyenda de que había sido escrito por un monje anónimo y que había sido encontrado luego en el banco de una iglesia de Baltimor, hace doscientos años. Según esta versión, el poema habría sido escrito en el año de 1692.
En realidad, todo se trató de un error. El autor de “Desiderata” fue el filósofo y abogado Max Ehrman. Pero el texto nunca se publicó mientras él estuvo vivo; solo vio la luz hacia 1948, cuando su esposa publicó sus poemas de manera póstuma.
El error se originó en que por muchos años “Desiderata” fue un poema que se hizo pasar de mano en mano, como una especie de acto de buena voluntad. Se convirtió en algo así como una proclama; se buscaba que quien lo recibiera practicara todo lo que estaba consignado allí.
Muchos omitieron escribir el nombre del autor y fue así como llegó a manos de un pastor de Maryland, quien recopiló varios textos para hacer una edición especial de Navidad. Dentro de los textos estaba “Desiderata” y, al lado del nombre, el presbítero anotó una leyenda: “Iglesia de San Pablo, 1692”. Solamente escribió esos datos para identificar su templo y el año de fundación del mismo.
Uno de los feligreses quedó encantado con el poema y le pidió a un diario que lo publicara. Así se hizo y entonces se popularizó el error de que databa de 1692 y había sido encontrado en la Iglesia de San Pablo.