Andrés Felipe Arias no es la pobre víctima que quieren pintar. Las malas influencias y la codicia de poder llevaron a este hombre inteligente, y exquisitamente educado, a convertirse en quien es hoy.
Andrés Felipe Arias no es la pobre víctima que quieren pintar. Las malas influencias y la codicia de poder llevaron a este hombre inteligente, y exquisitamente educado, a convertirse en quien es hoy.