¿Alguna vez sentiste que tus oraciones, como esos frijoles, simplemente no “ablandan”? En este episodio te comparto cómo, en medio de una olla terca, Dios me recordó queÉl no cocina a microondas… sino a fuego lento.
Porque aunque parezca que nada está pasando, Jesús está obrando en lo profundo, preparando el momento perfecto para que Su propósito se revele.