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Los enfrentamientos entre las naciones indígenas canadienses y las firmas energéticas, especialmente las dedicadas a la explotación de yacimientos de petróleo y gas, no sólo no dan señales de apaciguarse, sino que acaban de adquirir un giro insospechado.
El ente regulador de la energía en Columbia Británica sostiene que los artefactos arqueológicos hallados en un conflictivo proyecto de gasoducto fueron colocados a propósito en el lugar.
En realidad, el organismo se refirió en términos menos tajantes, sosteniendo que las dos herramientas hechas en piedra y otros objetos antiguos, encontrados en terrenos donde la firma Coastal GasLink está construyendo un ducto, no estaban en su ubicación original.
Los visitantes deben seguir un protocolo impuesto por los indígenas locales. THE CANADIAN PRESS/Darryl Dyck
Los artefactos son reclamados como herencia cultural por el clan Unist’ot’en, perteneciente a las Primeras Naciones Wet’suwet’en.
El clan se opone a la construcción del gasoducto, que tiene como objetivo el transporte de gas entre Dawson Creek y Kitimat, atravesando territorios que son reclamados por los indígenas.
Según los Unist’ot’en, un arqueólogo de la Instituto Smithsonian, una de las instituciones de mayor prestigio a nivel mundial en museología, educación e investigaciones históricas, estimó que las dos herramientas en cuestión podrían tener una antigüedad de hasta 3500 años.
De todos modos, el ministerio de Asuntos Forestales de la provincia sostuvo que aún deben llevarse a cabo estudios para determinar la antigüedad y la procedencia de esas reliquias.
Un contratista de Coastal GasLink atraviesa el puesto de control indígena . THE CANADIAN PRESS/Darryl Dyck
Por su parte, una comisión de Petróleo y Gas de Columbia Británica sostuvo que “los suelos en los que se produjo el hallazgo de los artefactos habitualmente no contienen ese tipo de objetos culturales y es muy probable que estos no estuvieran en su ubicación original”.
En total, fueron recuperados cuatro elementos, de los cuales uno se hallaba entero y en excelente estado de preservación, mientras los otros tres sólo presentaron fragmentos.
Los trabajos de recuperación fueron llevados a cabo siguiendo los lineamientos del Acta de Conservación del Patrimonio.
En sus fundamentos, el acta sostiene que su propósito es “alentar y facilitar la protección y conservación de la propiedad patrimonial en Columbia Británica”.
Los Unist’ot’en reclaman las tierras como propias y piden el fin del colonialismo blanco. THE CANADIAN PRESS/Chad Hipolito
De todos modos, la comisión que investiga reconoció sus dudas respecto al hallazgo, ya que el área en la que se produjo fue inspeccionada en dos ocasiones, preparada y replantada. Las tareas implicaron la remoción y traslado de las capas del suelo en las que tradicionalmente se encuentran los restos arqueológicos.
La determinación sobre si los objetos hallados estaban o no en su ubicación original es crucial, ya que si ese fuese el caso, el lugar podría ser catalogado como un yacimiento arqueológico, lo que implicaría quedar bajo las disposiciones que protegen ese tipo de territorio, constituyendo un escollo mayor para el proyecto de gsoducto en cuestión.
La firma se basó en las informaciones difundidas por Asuntos Forestales, para sostener que existe evidencia de que las piezas en cuestión fueron desplazadas de su ubicación original. Las mismas fueron halladas en la superficie congelada de una loza de arcilla, que los especialistas sostienen como muy poco probable que contuvieran ese tipo de reliquias.
Una de las numerosas expresiones de apoyo a os indígenas de Colubmia Británica. THE CANADIAN PRESS/Chad Hipolito