Aturdidos y en proceso de recuperación de la crisis del 99, Colombia arrancaría el nuevo siglo en medio del más favorable de los escenarios a nivel económico: un incremento estrepitoso de los precios del petróleo que alcanzarían niveles poco conocidos en años pasados. Épocas anheladas por los gobiernos; épocas de aumentos en la inversión, reducción de la pobreza y el desempleo; épocas de crecimiento firme y épocas de apropiar los méritos del boom internacional a la agenda política. Por supuesto, épocas de derroche, poco ahorro y pensamiento de largo plazo. En fin…”una tragicomedia con dos actos y un coro griego”.