Devocional 3D Podcast

Esta gran concentracion donde estaba el rey Acab, el profeta Elias y los los 850 profetas en el monte Carmelo muestra como una confrontación de la superioridad de Jehová Dios sobre el dios Baal. Para nosotros también es para pensar a quien servimos al Dios verdadero que es espíritu y no necesita ser representado por imágenes o estatuas, esto habla de la hipocresía de pretender servir a los dos cuando es imposible, debían servir a uno solo Dios, con todo su corazón y darle la espalda al otro. Otro punto que muchas veces vamos a ser confrontados cuando pensamos que la multitud manda o gana, la disputa entre novecientos cincuenta profetas contra un solo profeta de Dios, humanamente es imposible la derrota de novecientos cincuenta contra uno, pero para Dios nada es imposible. Si confiamos y le servimos, podemos contar con Dios y somos más que suficientes, porque  tenemos la victoria asegurada ante cualquier problema que nos toque enfrentar nunca olvidemos que tipo de Dios tenemos.

Él servidor del rey Acab llamado Abdías nos deja un excelente ejemplo a seguir en cuanto a su fidelidad desde muy joven, dedicó a servir a Dios en los lugares que Dios permite que estemos, debemos hacer todo para testificar mostrando lealtad y fidelidad para con Dios, a pesar de las dificultades que encontremos en nuestras vidas. A Abdias lo caracterizaba el temor de Dios en su corazón, en obediencia y fidelidad, arriesgando su vida y salvando la vida de los profetas que eran perseguidos para ser matados por Jezabel, la esposa del rey Acab, Abdías era el administrador del palacio un hombre de confianza del rey, y arriesgo y enfrentó la muerte por él amor a Dios en su vida y por último sabía que Dios hacía desaparecer al profeta Elías en muchas ocasiones, y no lograban atraparlo y al final teme cuando él lo encuentra y manifiesta la sentencia de su muerte por su amo, porque pensó que Elías sería ocultado por Dios, pero Elías da su palabra que se encontraría con el rey para comunicarle el mensaje de Dios. 

Pensemos en las lecciones que trae este pasaje para nuestra vida,  tenemos que confiar en Dios por medio de su palabra porque ahí  aprendemos a cómo enfrentar las dificultades, las pruebas que vamos a pasar en nuestras vidas diarias así como paso esta viuda con su hijo, que vio el milagro de Dios por medio del profeta Elías, cuando le devolvió a la vida a su hijo. A si también nosotros tenemos que creer lo que Dios va hacer en nuestras vidas, tener Fe y depender de Él porque para Dios no hay nada imposible.

Elías fue probado por Dios varias veces esto  nos hace ver que también vamos a ser probados por Dios en nuestras vidas para que Dios vea nuestro corazón si confiamos en cualquier circunstancia que pasamos, problemas, o tribulaciones. Debemos tener seguridad al creer en Dios porque él no va abandonarnos cuando lo necesitamos porque ve nuestra obediencia, así como hizo con Elías lo mandó a un lugar seguro y lo mimó o cuido, proveyendo de agua y comida, quien imaginaria sus servidores unos cuervos, como también a la viuda que alimento  obedeciendo la palabra del profeta y nosotros también tenemos que tener esa fe en Dios que nada nos faltara. 

La vida de de estos reyes es en verdad un mal ejemplo por decir ante los ojos de Dios y él pueblo, solo demostraron ambición, por él poder porque después de la guerra murió su contendor y asumió la responsabilidad grande de guiar a todo una nación mas no pensó más que sólo en él, porque se corrompió para corromper al pueblo y agravar la maldad, la idolatría y en cuanto a Acab aun hizo lo detestable ante Dios por su carácter se dejó manipular por su esposa y adoro a otro dios traicionando a Jehová, él Dios de Israel.

Observamos cómo la ambición de tener el poder, hace que Zimri usurpe y tome el reino por la fuerza, asesinando al rey Ela, pero no tuvo la aprobación del pueblo, no logró su objetivo de tener dominio y poder sobre el ejército de israel ni del pueblo, prácticamente se desata una guerra civil, y el pueblo elige al general Omri que tenía más aprobación entre ellos, y antes de ser destronado se suicida cobardemente quemando todo el palacio porque no tenía escapatoria, final triste solo una semana gozo del poder, sus planes fracasaron.

Dios destruyó a los descendientes del rey Jeroboam por sus grandes pecados y aun así el rey Baasa repitió los mismos errores. No aprendió del ejemplo de aquellos quienes estuvieron antes que él. No se detuvo a pensar que su pecado sería castigado. Asegúrese de que aprenda de su pasado, de las experiencias de otros y de las vidas de aquellos cuyas historias están como testimonio en la Biblia. No debemos repetir los mismos errores que traeran destruccion.

Estos acontecimientos nos permiten que podamos examinarnos dia a dia como esta nuestra vida espiritual delante de Dios, ¿nuestros actos son rectos? ¿traeran maldición o bendición a nuestra descendencia? ¿estaremos haciendo enojar a Dios con nuestra vida?

El rey Asa fue un buen reformador tratando de ganar el corazón de su pueblo para Dios, pero no pudo lograr todos sus deseos, más Dios permite ver el resplandor de su pueblo como de sus elegidos cuando de por medio tomamos decisiones radicales para reformar todo lo que está mal o torcido ante los ojos de Él, Asa se para firme y quita la idolatría, la prostitución, la homosexualidad, destronó a su abuela que la consideraban reina madre y todo pecado de su corazón, como del pueblo,  esto es lo que agrada a Dios, corazones limpios de pecado para ser consagrados para su  obra y servicio.

Bien, esta historia del rey Abiam pues quizás nos hace recordar aquel refrán que en algún momento escuchamos (de tal palo, tal astilla), en verdad esto de seguir malos ejemplos de nuestros padres, no tiene que repetirse si tenemos a Cristo en nuestro corazón, quizá alguien se pregunte y ¿cómo tan fácil es?.  Si tienes a Cristo, pues tienes que ser influenciado por Él para que no se repita la historia.