Diabetes X

Mi primera boda con diabetes
¿Otra carta?! En el mueble del salón se me están acumulando otro año más invitaciones de boda. Estos últimos años estoy teniendo más bodas que amigos. Todo parecía genial y divertido hasta que apareció la diabetes. ¡Oh no! ¿Y ahora qué hago? Si te digo la verdad… ¡En todas las bodas, con la diabetes, he hecho todo! Pero es verdad que, al igual que en un partido de fútbol de final de Liga, la previa es MUY MUY importante…

Hoy me voy de competición
Llevo muchos meses preparándome para el día de hoy. Estoy nerviosa, pero creo que tengo todas las herramientas para poder divertirme, competir e intentar no frustrarme si el resultado no es el esperado. Sé que no puedo tener todo bajo control, por eso voy preparada para saltar todas las piedras que pueden ir apareciendo. Me siento con más ganas que nunca. Y va y me suena una alarma. ¡Empezamos bien! Venga, ¡que no cunda el pánico!

Mi círculo azul
Desde que era pequeña hay una frase que siempre ha aparecido de vez en cuando. Desde bocas diferentes, pero con el mismo fin. “Rodéate de quien te quiere”. Parece obvio, ¿verdad? Es uno de los mejores consejos que me han dado. Y en la diabetes, como en la vida, también debemos hacerlo. Es más. Vamos a ir un poco más allá. Tenemos que rodearnos y escuchar a la gente que nos quiere. Voy a dibujar en un círculo azul imaginario a todas las personas que me rodean y que comparten de alguna u otra forma la gestión de mi diabetes. Este momento es para ellos.

Estrategias para reducir el pico
¡Anda! ¡Otro con el vaso de vinagre! ¿Pero y esto cómo será? Todo el rato veo que un vaso de vinagre antes de las comidas ayuda a reducir las posibles hiperglucemias, pero… ¿será verdad? Y luego, además, solo pensar en que me tengo que tomar un vaso de vinagre… No creo que lo beban como si nada, si no sería imposible verles con tan buena cara en Instagram… Me tengo que poner al día de esto…

Hoy me voy al gimnasio
¡Vaya paliza! Cada vez que hago un entrenamiento de fuerza me siento entre ‘con ganas de comerme el mundo y ‘con ganas de no levantarme de la cama en 5 días’. Vamos a ver cómo están mis niveles de glucosa… ¿¡190!? ¡Pero si no he parado en toda la hora dentro del box…! ¿Y esto por qué será?...

Mi diabetes en el espejo
Seguramente hayas experimentado muchas emociones relacionadas con tu diabetes, o con la diabetes de tu ser querido, pero hay una que aparece muy de vez en cuando dejándose ver como si estuviese iluminada con neones de colores alrededor. Una emoción que a veces te impide actuar, te frena a hacer lo que te apetece, o te pone en alerta por lo que pudiese pasar. Esa emoción se llama: ‘Miedo’. Me la llevo de viaje para fijarme en muchas de las paradas en las que ha insistido en bajarse…

Ni en tu casa, ni en la mía. ¡Comemos fuera!
Madre mía… La verdad es que hoy no estoy para pensar… ¿Y si les digo que se vengan mejor a casa? Así preparo yo la comida y sé mejor cómo mantener los niveles de glucosa… Aunque, por otro lado, me apetece salir y despejarme, que llevo toda la semana en casa… ¡Esta indecisión no me va a llevar a ningún lado! Si pudiese llevarme en el bolso a Sergio y Paloma para calcularme las raciones… ¡Les voy a llamar!

Hoy voy a correr
Bueno… ¡Todo listo! Hoy he dejado mis miedos en un bote. Un bote bien cerrado. Como los que cierra mi madre. Ninguna hipoglucemia va a frenarme a la hora de correr. ¡Ay! Voy a mirar, que no noto las pastillas de glucosa. Me las he metido en la zapatilla para que no se me caigan, pero… ¡Madre mía! ¡Han llegado hasta los dedos! Menos mal que las pillo cuando no llevo ni un minuto. ¡Ahora sí! De aquí no se mueven. ¿Y el bote de los miedos? ¡Sigue intacto! ¡Vámonos!

Mi diagnóstico de diabetes. ¡¿Qué debut, ni qué debut?!
Tras varias semanas, e incluso meses, creyendo que algo estaba pasando en mi cuerpo, llegaron las palabras mágicas: “Acabas de debutar en diabetes”. Yo me imaginaba detrás del escenario viendo cómo poco a poco se abrían las cortinas rojas de terciopelo y el público, impaciente, no paraba de aplaudir para recibirla a ella: ¡la diabetes! ¿Qué pasó después? Pues como dice la canción: “Todo era ficción”. ¿Y tú, cómo viviste tu “debut” en diabetes?

Palmeras, napolitanas… ¡uy! tarritos de arroz con leche, también… ¡Anda! ¡Tarta sin azúcar! Me la voy a llevar. También te digo que aunque no lleve azúcar no sé bien calcular las raciones de hidratos de un trocito que me voy a tomar después de comer. ¿Qué ingredientes habrán usado? A ver qué me dicen… “¡Perdona, esta tarta sin azúcar… ¿qué lleva?!“

Calculando raciones es un podcast de Diabetes X con Paloma Benito y Sergio Castaño