Celebramos la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, es una fiesta de mucha esperanza y certeza, ya que recordamos que el sacerdocio de Cristo es Eterno, es Él quien se ha ofrecido al Padre, pero es también es Él quien ofrece, se trata de un sacrificio perfecto, una alianza eterna que ha cambiado radicalmente la condición de la relación entre el hombre y Dios.