En este episodio de Dobles Figuras, analizamos una semana vibrante para el Baskonia. El jueves, el equipo logró una victoria agónica en Euroliga contra Zalgiris Kaunas (66-65) en el Buesa Arena, un duelo intenso decidido en los últimos segundos gracias a la solidez defensiva y el acierto de Markus Howard (13 puntos) y Timothe Luwawu-Cabarrot, que mantienen viva la esperanza del play-in.

El domingo, en la Liga Endesa, Baskonia remontó una desventaja de 17 puntos para vencer a Dreamland Gran Canaria (84-80).

Además, celebramos el 25 aniversario del club en la élite europea, en estos momentos delicados en ambas competiciones.

Baskonia vuelve del parón y evidencia que las cosas no cambian. Dos derrotas que demuestran la incosnstencia de un equipo con unas estadísiticas nada positivas cuando la competición en los dos frentes, ACB y Euroliga, enfilan su recta definitiva. Eso sí, el club lleva ya 25 años en la máxima competición europea y eso condiciona muchas cosas, buenas y no tanto

El Baskonia necesita recuperar su chispa en la cancha tras un arranque irregular en esta doble jornada de Euroliga. Pablo Laso sigue buscando la fórmula para que el equipo muestre consistencia, especialmente en los finales de partidos apretados. La Euroliga está complicada y también la ACB. Partizan y Andorra retomaran una competición que ha estado parada 18 largos días.

A falta de Baskonia en la Copa del Rey de Málaga, un vitoriano, Ibón Navarro se ha hecho con su segunda Copa ACB en Gran Canaria. El equipo del preparador vitoriano ha sido el mejor, en una competición muy atractiva, entretenida que ha dejado vencedores y vencidos, con muy buenas audiencias y un futuro de color naranja.

Baskonia no va de copas, justo ahora cuando se muestra más sobrio en su propuesta. El parón genera muchas dudas por cómo puede afectar a la vuelta del mismo, donde en la Euroliga Baskonia lo tiene en chino mandarín y en la liga ACB quizá debería poner todos los huevos de la cesta. Mientras, la Euroliga se expande, pero con menos partidos y la Copa podría dar sorpresas.

Con todos disponibles, los catorce, Baskonia gana al Barça por din en un partido apretado, pero en ACB la cosa no cambia demasiado, al menos con los equipos de arriba como Unicaja y ese -21. Valencia se perfila como Abu Dhabi, y podría albergar las tres próximas Copas del Rey, mientras Mónaco espera con Calathes, santo de devoción lasista.

Baskonia mejora, pero sin su estrella y sin saber todavía cerrar los partidos. Debe ganar para poder cumplir los mínimos de la temporada en ambas competiciones. La F4 de la Euroliga se jugará en Abu Dabhi, con revuelo a unque sin sorpresas.

El Baskonia no estará en la próxima edición de la Copa del Rey, un hecho que ya ha ocurrido cuatro veces en las últimas seis temporadas. La contundente derrota ante el Girona (96-67) en Fontajau dejó al equipo de Pablo Laso sin opciones reales de alcanzar la fase final, lo que supone el primer fracaso para los objetivos de la presente temporada para un club cuyo último lustro es descendente en el campeonato doméstico.

Sin embargo, en 48 horas y contra el lider de la Euroliga, Baskonia realizó un partido tan serio que pudo competir hasta la prórroga contra el gigante heleno. El entrenador del Baskonia, Pablo Laso, consideró que a pesar de la derrota ante el Olympiacos deberían salir reforzados de este partido, aunque se marchó cabreado porque su equipo perdió, si bien lo hizo compitiendo bien.

Baskonia mejora, pero lo hace lento. Baldwin, Rogkavopoulos, Khalifa, y Cabarrot siguen progresando al igual que Hall, Forrest, Howard y Moneke, pero estos últimos de forma más lenta. El techo es alto, pero el suelo es bajo. El equipo necesita solucionar los primeros cuartos, los errores defensivos, los porcentajes de tres y cómo cerrar los partidos. Y todo con la urgencia de una clasificación para la Copa del Rey demasiado comprometida por 4ª vez en los últimos 6 años.

¿Habrá que aprender a cerrar los partidos? Es una reflexión de Pablo Laso ya en diciembre, casi cambiando de año y con 1/3 de la temporada consumida. Varias derrotas inexplicables, rotación pequeña, suelo bajo, pero también techo por descubrir, todo está todavía demasiado en construcción en el pretendido Baskonialand