Vamos, que hemos invitado a nuestro colega Wolfenprey y se ha vuelto loco despotricando sobre juegos retro que no pueden gustar a nadie. Javi ha tratado de meterlo en cintura sacando a colación esas cinco madre inglesas que quieren hacer una peli porno para sus retoños, pero no ha habido manera.

Ni siquiera el tema de moda sobre desarrolladoras españolas de videojuegos haciendo lo que mejor saben, timar, ha servido de nada.

La deriva al lenguaje inclusivo y la narración de un coito público en la famosa plaza de El Pimpi en Málaga casi lo consiguen...Pero no.

Al final la cabra tira al monte y Wolfenprey ha seguido a lo suyo. Unas risas, oye.