Ganó el rechazo y la constitución de Pinochet sigue viva. Todo lo que pude decir lo dije en este programa y ustedes también lo dijeron y nos dimos abrazos con la voz y sacamos la brújula de Teillier para perdernos un poco menos.

Ansiedad anticipatoria, la polémica de la performance de Las Indetectables, los huasos de la carreta atropellando ciclistas, mis viajes en bus, agradecer al mundo, sentirme tan contenta que no me reconozco, los poemas de Bolaño, el pelícano más grande que existe, vampiros que votan rechazo porque quieren asegurar la sangre, el aire violento, la lluvia que no llora, llegar al hostal de Osorno con caras de teletubbies.

Programa sobre no hacer lo que hay que hacer, perder horas jugando a los Sims, meteoritos, Sylvia Plath, Osorno paranormal, cuchillos voladores, el cerro Ñielol, los copihues, mi papá, los fantasmas de la vejez, fingir dolores de cabeza para llamar la atención, estudiar botánica, no terminar nada por miedo a hacerlo mal, dejar pasar el tiempo, sufrir porque la vida es cara y volarse todo el día.

Hablamos sobre no tener plata, Matías del Río, jefes de mierda, siestas chinas, pymes precarias, el coeficiente intelectual en descenso de la población mundial, los giros en 360º, el plan damero, brujerías para desenamorarse rápido, teléfonos perdidos, cobrar lo que te deben y hacerte un tatuaje que no te gusta.

¡Nadie quiere trabajar! Jubilarse viene de júbilo y junto a @palomoza conversamos sobre jefes pencas, la angustia del domingo, vivir en una casa rodante, autoexplotarse y hacer lo que sea por el sucio dinero. También hablamos de topos, caracoles, corderos, bonos de cesantía, babosas, noches que duran tres meses y descubrir cuando niña que las lágrimas son saladas.

Recibimos en el estudio a Joaquín y Mari de @paracaidistas666 para que nos cuenten de sus recientes aventuras de gira por México. También conversamos sobre canguros, marchas estudiantiles, yuntas de bueyes, micheladas con camarón, caer en cana, no ir nunca al doctor, el mono sicario, fumar pito con el alcalde de Copiapó, desayunar como latinoamericano y despertar en una vitrina.