El caso de Corinne Fréquelin es un evento trágico que conmocionó a la comunidad de Chaumont el 14 de junio de 1997. En ese día, Corinne Fréquelin, una niña de tan solo 9 años de edad, desapareció misteriosamente de su hogar familiar. La noticia de su desaparición movilizó de inmediato a la gendarmería local, que desplegó un importante dispositivo de búsqueda y emergencia en un esfuerzo por encontrarla lo más pronto posible y asegurar su regreso a salvo con su familia.
Sin embargo, el desenlace de esta historia fue desgarrador. Cuatro meses después de su desaparición, el cuerpo de Corinne fue descubierto por cazadores en un bosque cercano. El hallazgo confirmó los peores temores de la comunidad, y el dolor de la pérdida se extendió por Chaumont y más allá.
La investigación que siguió a este trágico descubrimiento llevó a un giro inesperado cuando un testigo proporcionó información crucial que llevó a la detención de Rafael Ferrico, un antiguo amigo de la madre de Corinne. Ferrico, al ser interrogado, no pudo explicar satisfactoriamente sus movimientos durante el período de la desaparición de Corinne. A raíz de esta evidencia, y tras un juicio que conmocionó a la comunidad, Ferrico fue declarado culpable y condenado a 20 años de reclusión criminal a fines de mayo de 1999.
A pesar de su condena, Rafael Ferrico ha mantenido firmemente su inocencia a lo largo de los años. Su caso continúa siendo objeto de debate y especulación en la comunidad y entre aquellos que siguen de cerca los acontecimientos judiciales. La tragedia de la desaparición y muerte de Corinne Fréquelin dejó una marca indeleble en la historia de Chaumont y sigue siendo recordada como un momento oscuro en la memoria colectiva de la ciudad.