Una constante vida de violencia sufrió Lucero Rubí durante los últimos ocho meses de su vida a manos de su pareja sentimental Pedro Martínez, quien a pesar de contar con restricciones y denuncias en su contra, no le bastó para el 23 de septiembre privarla de la vida el lugar donde ella trabajaba, para después quitarse la vida, un caso que la actual Fiscalía Estatal tenía pleno conocimiento, y que inclusive, hasta el último día quiso hacer para defenderle, un claro ejemplo de un Feminicidio Anunciado.