Esperas progresar y tener éxito como abogado porque crees que así tendrás una buena vida y serás más feliz de lo que eres ahora.
Yo no estoy tan seguro de que las cosas funcionen así. Aunque llegues a socio director del mejor despacho, sólo serás feliz si sabes serlo.
He conocido demasiados de lo que llamo “pequeños grandes abogados”, técnicamente competentes, en posiciones de prestigio, y que sin embargo no tienen una vida armoniosa, feliz.
Para mí, sucede al revés: ser feliz ahora es precisamente lo que te convertirá en gran abogado.
Recuerda que no eres abogado, trabajas de abogado, y si quieres triunfar, tendrás que desarrollar un Juego Interno, una forma de pensar y sentir, que cree las condiciones para que tengas hoy una buena vida, sana, fácil.
Hablaremos de cómo lograrla.