Usted no está criando sola a sus hijos, sino que lo está haciendo junto con Dios. Y es gracias a esa tarea compartida con Dios, que podemos alimentar las esperanzas que tenemos para nuestros hijos.
Usted no está criando sola a sus hijos, sino que lo está haciendo junto con Dios. Y es gracias a esa tarea compartida con Dios, que podemos alimentar las esperanzas que tenemos para nuestros hijos.