No existe cosa en este mundo que le suba o le baje el ánimo a un dominicano que el beisbol y mucho más si se trata del clásico entre las Águilas y Tigres.
Prácticamente define quién eres tu, dependiendo al equipo que le vayas, pero más que emociones y más allá del resultado, todos salieron decepcionados por el juego que vieron en NuevaYork.