En octubre de 1844 Franz Liszt llegó a Madrid contratado para varios conciertos. Viajó luego a Córdoba y Sevilla, a Cádiz donde celebró el año nuevo, fue a Lisboa y volvió para continuar el viaje hasta Barcelona donde embarcó rumbo a Marsella. El viaje a España se produce durante el periodo de siete años en el que hace giras de conciertos por Europa inventando el recital de piano tal y como se conoce hoy en día. Es también el final de un periodo marcado por el virtuosismo. Y por supuesto durante su estancia compone varias obras de inspiración española, aunque antes de llegar ya ha escrito otras que posteriormente ampliaría.

Giacomo Casanova viajó a España, concretamente a Madrid entre 1767 y 1768. En sus memorias describe los espectáculos, las costumbres, los pintores, la monarquía y, en general, la sociedad madrileña del siglo XVIII. La intención de viaje era "Instruirme, observando las costumbres de una nación estimable que no conozco, y al mismo tiempo sacar partido de mis modestas dotes, si es que puedo ser útil al Gobierno". En sus memorias, Historia de mi vida, Casanova habla del viaje a Madrid narrando detalles de la vida cotidiana y de su "repugnante" estancia en la Cárcel del Buen Retiro.

La Exposición Universal de las Artes y las Técnicas Aplicadas a la Vida Moderna se celebró en París entre mayo y noviembre de 1937. Era la séptima realizada en la capital francesa y fue una continuación de la organizada en 1925, bajo el título de «Exposición de Artes Decorativas". A su cierre, habían visitado la exposición más de 31 millones de personas. Con motivo de este acontecimiento se publican varios volúmenes de música en donde se localizan composiciones de tres españoles: Ernesto Halffter y Federico Mompou. Pero la música española también estuvo presente en otros actos, en una representación, que se extiende desde lo folclórico a lo más actual.

El 20 de abril de 1867, a las tres y veinte de la tarde se declara un incendio en el conservatorio madrileño, situado del Teatro Real. Barbieri está ensayando a la Sociedad de Conciertos. El incendio se propagó rápidamente hacia la fachada en la plaza de Isabel II en el lado opuesto a la entrada principal del teatro en la plaza de Oriente, pero gracias a los cortafuegos realizados en cubierta y en otros lugares, apenas se produjeron quemaduras, contusiones y heridas entre los afectados.

El siglo XVII impone el estilo español en muchos lugares de Europa, pero con particular fuerza en Francia. La presencia de dos reinas de origen español aclara la cuestión. Luis XIII se casó con la vallisoletana Ana de Austria, hija de Felipe III; y de Luis XIV fue esposo de María Teresa, hija de Felipe IV. La primera todavía era representante de una corte poderosa que gobierna bajo el principio de la Pax Hispánica, que es una expresión del hispanista John Elliott que explica parte del siglo de oro y el auge político y militar del Imperio español. La segunda reina, María Teresa es representante de un imperio que caminaba ya hacia el ocaso.

Gian Carlo Menotti, natural de Varese, murió años 95 años en Montecarlo, en 2007. Pero al hablar de Menotti hay que pensar en su naturaleza americana. Muy joven y tras la muerte de su padre, emigró a los EEUU donde prosiguió sus estudios musicales teniendo como compañeros a Leonard Bernstein y Samuel Barber quien se convertiría en su compañero durante cuatro décadas. América trae consigo un sentido multifacético, y la falta de prejuicios. En este ambiente, Menotti repensó la ópera a partir del verismo de Puccini, pero también de Janacek y Shostakovich, incorporó el jazz y llevó su música hasta Broadway. Y también se interesó por la música española. 

Hay pocas producciones tan fascinantes como la de Gyorgy Ligeti, compositor inconformista y luchador en paralelo a las corrientes dominantes. Entre las primeras noticias de Ligeti en España está la presencia como conferenciante en mayo de 1961 en el Aula de Música del Ateneo de Madrid, y en el Club 49 de Barcelona donde habló sobre música electrónica. Ligeti era ya una leyenda y como tal un ejemplo vivo de un país cuya actividad cultural tenía muchas limitaciones, impuestas por un régimen político propenso a reducir el contacto exterior. 

Colocados en la década de 1950 se producen gestos de apertura que también se aprecian en el ámbito musical tras el cierre de fronteras que se había producido al finalizar la Guerra Civil. Por ejemplo, la primera salida al extranjero de la Orquesta Nacional de España a París, y la presencia habitual de intérpretes de fuera que tienen espacio en los recién creados festivales de Granada y Santander. Hasta España llega en 1955 la Filarmónica de Viena que actúa junto a Karl Böhm y casi de inmediato se presenta la de Filadelfia y Eugen Ormandy que visita España enero, 1955. 

El himno "Jesu, dulcis memoria" es una obra atribuida a Tomás Luis de Victoria, desde que Joseph Napoleon Ney llamara la atención sobre el fragmento a mediados del siglo XIX. Napoleon Ney fue general de brigada durante el mandato de Napoleón III pero también un músico sensible que llegó a escribir óperas y música sacra además de recuperar interesante repertorio del Renacimiento internacional y español.

En el año 320 se adoptó oficialmente el 25 de diciembre como fecha oficial del nacimiento de Jesús. Coincide con el día en el que los romanos celebraban la festividad del Sol Invictus que era la conmemoración del solsticio de invierno, es decir, el día en el que debido al inclinación del Sol la noche es la más larga del año. Marca el inicio del comienzo del verano en el hemisferio sur y del invierno en el norte. Pero interesa la representación plástica del nacimiento de Jesucristo, es decir el Belén o Nacimiento que tradicionalmente ha servido como adorno en estas fechas. Más concretamente, el Belén del Príncipe iniciado por Carlos III y aún hoy en día expuesto en el Palacio Real de Madrid.