Te cuento como han sido estas dos semanas de trabajar en la escuela infantil en Noruega en Nivel rojo.
"Nivel rojo.
06:30. Suena la alarma. En 45 minutos tengo que irme a coger el metro para llegar al barnehage. Leo el movil. Mi compañera tampoco viene hoy, tiene fiebre y debe esperar un día más para ver si le hacen el test o no. Desayuno ya preocupada y me voy. Llegamos y nadie nos va a ayudar, seremos dos adultos donde deberíamos ser tres y mi compañera pregunta porqué al otro grupo le mandan sustitutos pero a nosotros no. No tengo respuesta, me siento frustrada.
Empiezan a llegar los niños, hoy teníamos excursión pero tuvimos que cancelarla, sin embargo casi todos traen la mochila, el cacao calentito y muchas ganas de excursión. Los padres no leyeron la información, y no me extraña porque cambia cada día y es difícil seguirlo. Siento pena porque yo también quería ir de excursión y me sabe mal no ir. Un poco de culpa y dudas de si debería ir igualmente.
Van llegando los niños. Llegan con todo el equipo: ropa normal+capa gruesa+traje de exterior+botas,gorro... Hay que desvestir uno a uno y colocar las cosas en el sitio. Intento que lo hagan ellos en un autoengaño de que así ganarán autonomía pero algunos pasan de mi, y en el fondo lo comprendo. "Es MI necesidad" me repito a mi misma. "Hola qué alegría de verte" y seguimos el proceso. Llegan casi como si fuese una máquina de producción, uno tras otro y siento que no puedo atender a cada uno como debería. Aún así sonríen y me abrazan."