Os conté que me mudaba a Oslo, lo que no sabía es que unos meses después yo iba a cambiar de grupo en el #barnehage y que empezaría en un grupo llamado "las mariquitas". Cambiar de grupo me vino como un jarro de agua fría, no fue una idea que me gustase. Llevaba meses tratando de crear vínculos con mis peques y de mejorar mi relación con mi compañera y de pronto, sin avisar, todo esto no había servido de nada.
Pasaron varias semanas y varias tomas de decisiones importantes hasta que decidí afrontar este cambio como una oportunidad. Y cuando tenía esto ya asumido como una oportunidad mi compañera, con la que he tenido muchos desacuerdos, me dió una idea maravillosa: ¿Por qué no preguntas a la directora si puedes ir algún día antes del verano al grupo de las mariquitas para conocer a los peques?