La elegancia y sofisticación de Chris Cross, el bajista de uno de los grupos ingleses más modernos de los 80s, ya nos miran desde el más allá. Pero seguimos teniendo himnos y deslumbrantes canciones, gracias a gente como Ugly, Idles, Mock Media, Big Brave y Overpass. Los hermanos Reid celebran 40 años de The Jesus And Mary Chain con el juguetón "Glasgow Eyes", David J rescata en otro alarde artístico, un montón de demos perdidas en "Tracks From The Attic", y el bueno de J Mascis sigue exprimiendo su infalible fórmula guitarrera en "What Do We Do Now". Pero a lo que habíamos venido aquí Pumuky y yo es a hablar de nuestro libro: "Radio Funny: 25 Años En Antena", que presentamos el pasado 13 de abril en Bukowski, en un feliz y emotivo reencuentro con nuestro glorioso pasado radiofónico. Beautiful!

Descubrimos el post-punk chino de Re-TROS, alucinante banda de Pekín que se codea con la vanguardia más exquisita de los 80s. Terminaron ya su camino John Hyatt de los Three Johns, y Damo Suzuki de CAN, otros vanguardistas librepensantes que siguen haciendo más felices nuestros días. También hemos descubierto a los Pixies de los años 20: Upchuck, y se mantienen vivos y frescos Ride y Lemonheads. Por otra parte, las bellas y misteriosas armonías pop de Bas Jan, y el dream-pop autopropulsado de Pale Blue Eyes, resultan altamente reconfortantes para nuestros oídos. Nos mantenemos arriba. Stay high!

Spanish punk´83, o de cómo polémicas actuales (los agricultores franceses quemando camiones de hortalizas españolas, el apelativo "zorra"), ya existían hace 41 años (Larsen "Frontera Francesa", Vulpess "Me Gusta Ser Una Zorra"). También había punkies comprometidos que hablaban de los horrores de la guerra: Interterror, TNT, Polanski Y El Ardor, Último Resorte. Y un montón de bandas dispuestas a sonar alto, fuerte y rápido, como Espasmódicos. Algunos se marcaron coplas punk (Toreros After Olé), y otros, temazos con querencia pop (091). Impresionantes bandas extremas, como Desechables, y auténticos punks anti-todo, como Eskorbuto. Seguro que podríamos hablar de más de 222 grupos así, en aquel año libre y libertario de 1983. Sin duda, un año de abundante "Superavit" en cuanto a música alternativa.

A la creatividad por el atrevimiento. Aquellos jóvenes del 83 no tenían muchos prejuicios: mezclaban guitarras eléctricas con la nueva tecnología, ponían al día el preciosismo melódico de los 60s, inventaban mezclas imposibles para las pistas de baile más futuristas, magnificaban el pop con el impulso de la nueva ola, y nos hacían soñar con un mundo en technicolor: La Mode, Los Auténticos, Cinema, Los Inhumanos, Última Emoción, D.J. Ventura, Paraíso, Nacha Pop, Pistones, Furnish Time, Flash Strato,...Ecos de un momento único e irrepetible, que impulsaba a niños de 15 años a comprar singles de vinilo de sellos independientes, para día tras día, intentar descifrar el misterio de los tomates eléctricos.

Desde el fondo del espejo rescatamos algunas canciones de Alphaville, aquel grupo madrileño tan elegante, sugerente, oscuro y mágico. La creatividad musical fluía de forma natural a través de jóvenes e ilusionantes bandas: Radio Futura, Golpes Bajos, Los Monaguillosh, Derribos Arias,... La melancolía de Décima Víctima, la asfixia de Donación Agnelli, el retorcido sonido de La Fundación y 429 Engaños, nos reafirmaban en nuestra postura de modernos after-punks, sin miedo a la pira del Agrimensor K. Maravillosas pesadillas en espiral que no nos importaba compatibilizar con viajes por la Sabana. Buenos tiempos para la lírica!

Empezamos con un mitin anarcosindicalista y terminamos con unos tecnócratas barceloneses. Entre medias, abundante sangre española: la de aquellos grupos y personajes que hace 40 años nos fascinaron con sus originales canciones, en un país que despertaba definitivamente a la modernidad, con unos tipos que hicieron suya la consabida consigna de "hazlo tú mismo". En 1983, aparecieron por doquier en nuestra piel de toro, grupos y sellos independientes, que nos inundaron de nueva y refrescante música. Hoy, todavía, suena lúcida y hermosa. Mucha diversión, y también algunos mensajes comprometidos: la perfecta síntesis para una juventud ansiosa de nuevas experiencias. Sí, yo también quise tener una banda de rock and roll!

Va terminando 2023 y siguen pasando cosas interesantes: unos surcoreanos que hibridan indie y hip-hop más allá del k-pop: Balming Tiger; los normandos Unschooling, creando nuevos artefactos post-punk que nos recuerdan a los mejores Wire y Monochrome Set; el garage-punk a lo Hives de los californianos Spiritual Cramp, la fiesta total de Joy Anonymous, el incombustible soul psicodélico de Black Pumas, la revisión del Psycho Killer de Talking Heads a cargo de Duran Duran, la reunión de dos míticos baterías (Tolhurst y Budgie) con el productor Jacknife Lee, las explosivas y románticas canciones de Brigitte Calls Me Baby, la nueva angularidad guitarrera de Egyptian Blue,...Cuánto disfrutamos viendo de nuevo a Reg Smithies haciendo brillar la guitarra de The Chameleons a su paso por Valencia el 05/12. A quien ya no veremos es a Geordie, el prodigioso guitarra de Killing Joke, ni a Shane McGowan (The Pogues), para el que todos los días eran Nochebuena. Finalmente, la lluvia, profundizando en lo más hondo de nuestra alma, mientras esperamos ese tren hacia ninguna estación.

Inagotable nuestra arqueología del pop de vanguardia de 1983. Clandestinas reuniones de patos siniestros, conciertos en Japón grabados con recién estrenada tecnología digital, misteriosas bandas que combinaban la oscuridad post-punk con la experimentación, grupos underground surgidos de la no-wave neoyorkina, fascinantes conexiones UK-USA, como la angularidad de Bunnydrums y Gang Of Four, o el punk-pop surrealista de 100 Flowers a lo Wire. Y sí, en Los Angeles encontramos algo parecido al gótico británico con Kommunity FK y Savage Republic. ¿Un grupo post-punk noruego con cantante polaco? También: Holy Toy. Así suenan las maravillas perdidas de hace 40 años.

Continuamos atrapados en el Batcave de 1983 ignorando a la máquina. Tiempos de sombras y oscuridad con bandas como X-Mal Deutschland, The Room o Play Dead. Sin embargo, la pionera Siouxsie se desmarcaba con una versión jazz-swing a lo big band: "Right Now". Otros grupos como Ritual e In Excelsis fueron en el fondo tan punkies que no entraron a formar parte de la nueva cultura de clubs, pero su música permanece entre los mejores hallazgos de la época cuando hablamos de canciones vanguardistas y siniestras. La estela de Birthday Party también marcó tendencia, y fue una de las claves para la eclosión del psychobilly: Inca Babies, Bone Orchard, The Moodists...al tiempo que regresaban The Cramps. Finalmente, nuestro recuerdo a Nick Marsh, el tipo que introdujo el rock y el glam clásicos en la lúgubre esfera post-punk de la época al frente de Flesh For Lulu. One man´s heaven!

Cajas de ritmo, guitarras atmosféricas, oscuridad,...desde Leeds, U.K, bandas como The Sisters Of Mercy, The March Violets o Red Lorry Yellow Lorry afianzaban el gótico como una de las tendencias a seguir por los rockeros más modernos. En el Londres de 1983 existió el Batcave, punto de reunión de todo tipo de especímenes siniestros, como Blood And Roses, Birthday Party, Skeletal Family, Alien Sex Fiend, Living in Texas, James T. Pursey o los propios Specimen.

Y entre tantas tinieblas afloraba la palpitante vanguardia de grupos como The Wolfgang Press, Clock DVA o Cocteau Twins. Incluso había tiempo de rescatar joyas perdidas de los 60s, como hicieron The Lords Of The New Church: Live for Today!