En 1325 los aztecas encontraron la señal de los Dioses, un águila que, posada sobre un nopal, desgarraba una serpiente y decidieron fundar México-Tenochtitlán.
Era un islote, un pedazo de tierra inhóspita, apenas elevado sobre el nivel de las aguas, fácilmente inundable y rodeado por dos lagos, el mayor de los cuales, Texcoco, era de agua salada, y el otro, Xochimilco, de agua dulce pero no potable. Nadie en su sano juicio hubiera fundado nada ahí, pero como tenían la venia de su dios principal, los aztecas no vacilaron. El nombre de la ciudad fue por el último sacerdote-caudillo y jefe militar que comandó la peregrinación de los aztecas, llamado "Tenoch" por ello el nombre de la ciudad. Gobernó hasta su muerte ocurrida en 1360.
Casí 200 años vivió este imperio, se convirtieron en los mejores guerreros de esta tierra, abusaron de los pueblos aledaños por su fuerza e inteligencia, hasta 1518 cuando por la costa de Veracruz, unos hombre barbados y a caballo desembarcaron, y siguiendo sus creencias atribuyeron su presencia a la profecía del regreso de Huitzilopochtli. Momento que empezaría a marcar el fin del imperio azteca.
Descubre en este episodio como fueron los siguientes 3 años, hasta el 13 de agosto de 1521, día que se consumo la toma de la ciudad en manos de los españoles.