A partir de la creencia errónea de que el conocimiento científico y en general, todo el saber humano acumulado, ofrece un cuadro detallado del mundo en que vivimos y muestra los caminos para adentrarnos en él, es necesario advertir que el ser humano se halla facultado para interpelarse a si mismo frente a la existencia de limitaciones en construcciones como la ciencia, la religión, la filosofía y el mito, para potencialmente ofrecer una explicación última de la realidad. Frente al carácter inescrutable y casi que insondable de la realidad y todos los fenómenos contenidos en esta, nos encontramos frente a una formidable y paradójica metáfora que es la de la Caja Negra (La cual atraviesa y vincula diversos campos, disciplinas y saberes, desde la cibernética, pasando por la semiótica, la psicología cognitiva, la Inteligencia Artificial y el conductismo, hasta la Ingeniera de sistemas de control y la ciencia de datos). Por ello en esta nueva emisión del podcast En Órbita se aborda el problema de la caja negra. La llamada «teoría de la caja negra» ha generalizado este supuesto: de cualquier cosa importa conocer sólo su funcionamiento; no lo que «es» (lo que hay dentro). Un organismo, un cerebro, o una teoría científica pueden considerarse, desde este supuesto, como una «caja negra», considerando únicamente su funcionamiento, o los diversos «estados» en que se halla, teniendo en cuenta los datos de las «entradas» (inputs) y los resultados de las «salidas» (outputs) -o los «insumos» y los «productos»-, que son los elementos conocidos y que la «caja negra» en cuestión transforma.