El nacimiento de Jesús de una mujer dirige nuestra atención a Su humanidad y Su venida como el nuevo o el segundo Adán. Además, el hecho de que Jesús haya nacido sin la intervención de un padre humano nos está indicando su naturaleza divina como el Hijo de Dios.

Fue la no pecaminosidad de Jesús lo que lo habilitó para ser el sacrificio perfecto por nuestros pecados.

A propósito de la fiesta de navidad, celebremos que el Verbo se hizo hombre para rescatarnos de la condenación eterna.

Múltiples testimonios del Nuevo Testamento destacan la deidad del Señor Jesucristo además de Su humanidad.

La autoridad soberana de nuestro Dios establecida a través de Su voluntad secreta y Su voluntad revelada.

No hay fuerzas impersonales y ciegas, como el destino o la fortuna, actuando en la historia de la humanidad. Todo acontece por la mano invisible de la Providencia Divina

Dios templa su justicia con misericordia. Su gracia es esencialmente un tipo de misericordia.

Dios siempre actúa de acuerdo a Su propio carácter, que es eterno, inmutable e intrínsecamente bueno.

¡Él es distinto a nosotros en Su gloria! Él es Santo

Dios todo lo conoce ¡Él es Omnisciente!