La profecía de Simeón, María supo que una espada le atravesaría el alma.

La Virgen María, a través de su ejemplo de madre, nos enseña cómo vivir en y para Dios.

La Natividad de la Virgen es una de las fiestas marianas más antiguas. Se celebra nueve meses después de la dedicada a la Inmaculada Concepción de la Virgen, que tiene lugar el 8 de diciembre.

En esta solemnidad de la Asunción contemplamos a María: ella nos abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para alcanzarlo: acoger en la fe a su Hijo. María, el arca de la alianza que está en el santuario del cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino hacia nuestra verdadera Casa, la comunión de alegría y de paz con Dios

Esta fiesta recuerda la escena en que Jesús, en la cima del monte Tabor, se apareció vestido de gloria, hablando con Moisés y Elías ante sus tres discípulos preferidos, Pedro, Juan y Santiago.

En la solemnidad de San Pedro y San Pablo, apóstoles, recordamos a estos grandes testigos de Jesucristo y, a la vez, hacemos una solemne confesión de fe en la Iglesia una, santa, católica y apostólica. Ante todo es una fiesta de la catolicidad.

«Nuestra espiritualidad se centra ante todo en Jesucristo y nace de la experiencia de su amor. Buscamos responder a nuestro Amigo y Señor con un amor personal, real, apasionado y fiel» (EFRC 12).

Triduo Santísima Trinidad: "El Amor Divino: Explorando el Misterio de la Santísima Trinidad"

Triduo Santísima Trinidad: "El Amor Divino: Explorando el Misterio de la Santísima Trinidad"

Meditación 3: El Espíritu Santo: Revelación del Amor Divino.

Triduo Santísima Trinidad: "El Amor Divino: Explorando el Misterio de la Santísima Trinidad"