El dueño de la Casa de la Bóveda fue Diego Peláez Sánchez, destacado eclesiástico de la Catedral Angelopolitana fue "medio-racionero en 1682, racionero en 1685, canónigo en 1693 y murió, siendo maestreescuelas, en 1714. La casa, después de la muerte de Diego Peláez en 1714, perteneció a diversos dueños y estuvo en constante disputa. Desde 1813 fue sede la Junta de Caridad para la Buena Educación de la Juventud que tenía una escuela de primeras letras y su escuela de dibujo, que dio origen a la Academia de Bellas Artes.