La iglesia del primer siglo, adoptó este termino que era común entre romanos y griegos, refiriéndose a la venida o parusía, de un dios, dignatario o emperador a una ciudad. Y se acuñó para anunciar la segunda venida del Señor de Señores, Rey de Reyes, a la tierra, donde vendrá a buscar una iglesia sin manchas y sin arrugas. Aun estos postreros días no dejamos de anunciar su regreso.
Lectura bíblica: 2da. Pedro cap. 3: 1 al 16
Música: Cuarteto Chileno Hoover.