La seguridad del paciente es una prioridad fundamental en la atención médica, y uno de los aspectos cruciales de esta seguridad es la prevención de errores de medicación. Los errores de medicación, aunque a menudo involuntarios, pueden tener consecuencias graves para la salud de los pacientes y el sistema de atención médica en su conjunto. Desde la prescripción hasta la administración, pasando por la dispensación, existe una serie de etapas en las que pueden ocurrir equivocaciones que comprometan la efectividad y seguridad de los tratamientos.