1) El problema del hombre radica en su incapacidad de ‘creer’: Si no viereis señales y milagros no creeréis.

El no creer no es un problema de fe, es un problema de comunión con Dios; el hombre no puede creer porque no está dispuesto a tener comunión con Dios,

El no creer es un estado de negación y de rechazo a aceptar la intervención de Dios en su vida; es el reflejo de la condición caída del hombre,

El uso de las tinajas dedicadas al uso ritual de la purificación con agua fue transformado en un acto de restauración y de deleite en la Presencia del Señor, cuando el hombre y la mujer han permitido que Jesús tome control de cada una de sus vidas,

Aquel día fue transformado no solamente agua en vino, lo fue también una realidad ritual, de purificación y reconciliación con la santidad de Dios, como lo eran las seis tinajas de agua, se transformó en un acto de fe en la provisión que Dios da a su pueblo,

Hemos estudiado que el conocimiento y entendimiento que tengamos acerca de quién es Jesús, como el enviado del Padre a la tierra, es el recurso espiritual que nos faculta para desarrollar liberación y la guerra espiritual.

En este programa vamos a estudiar acerca de la autoridad espiritual. La autoridad que un hombre y una mujer de Fe desarrollan sobre el reino de las tinieblas no es el resultado de la actividad que cada quien desarrolla por sí mismo; la autoridad sobre las tinieblas es una Virtud atribuida por el Padre de las Luces, quien por su Santo Espíritu le otorga la Potestad de establecer Reino en virtud de la imagen de cristo Jesús en sus vidas.

La Doctrina del Evangelio establece que la Presencia de Jesús sobre la tierra tuvo el propósito de destruir la operación de muerte que Satanás introdujo en el mundo desde el huerto del Edén,

Cristo Jesús destruyó a quien tenía el imperio de la muerte en la cruz, pero eso no significa que Satanás está vencido también para los creyentes; la Doctrina del Evangelio establece que el hombre y la mujer tienen el recurso en Cristo Jesús para destruirlo por medio del conocimiento de lo que significa Jesús para el que cree en Él.

En el programa de hoy presentamos el tema: ¿Qué debemos conocer y entender con respecto a Cristo Jesús, para que por su conocimiento podamos destruir el reino de las tinieblas?

La ausencia de conocimiento de lo que Dios demanda del hombre y de la mujer es lo que lleva a muchas personas a caer en lazo y quedar cautivos del enemigo,

En el programa de hoy presentamos el tema: Estableciendo liberación a partir de nuestras decisiones,

El mensaje del Evangelio es el mensaje del arrepentimiento; el hombre y la mujer caminan lejos de Dios por causa de la desobediencia, en Adam y en Eva estábamos todos representados; el hombre no puede venir a Dios, y tener comunión con Él sin antes arrepentirse de que se alejó de Él por su propia voluntad.

El arrepentimiento es la decisión personal, nadie la puede tomar por nosotros; el arrepentimiento es la llave de la liberación y de la santidad.

La ausencia de conocimiento de lo que Dios demanda del hombre y de la mujer es lo que lleva a muchas personas a caer en lazo y quedar cautivos del enemigo,

En el programa de hoy presentamos el tema: Liberándonos del control que el enemigo ha mantenido de nuestro entendimiento acerca de las cosas de Dios,

El hombre y la mujer comprometió su forma de pensar, de sentir, y aun de razonar, el día cuando decidió ‘obedecer’ la voz de Satanás; desde ese día, el hombre y la mujer han estado sujetos a los patrones de conducta que Satanás les ha diseñado.

La guerra espiritual es la única forma en Jesús para liberar nuestro entendimiento de la autoridad que Satanás ha mantenido sobre él,

¿En qué consiste? ¿Cómo se libera el entendimiento?

NO SE PUEDE VENCER AQUELLO QUE UNO MISMO AUSPICIA

La grandeza de la proclamación del Evangelio del Reino de los Cielos no consiste en ‘celebrar’ el natalicio de Jesús, consiste en proclamar que Dios en su misericordia nos perdonó, y nos envió la provisión de su Gracia en Cristo Jesús;

La Potencia del Evangelio consiste en que Jesús, Dios encarnado, nos redimió en la cruz de la maldición por el pecado, y resucitó de entre los muertos, para darnos vida nuevamente, y volvernos al Padre.

Las armas de nuestra milicia, es el término que el apóstol Pablo acuñó para referirse a las formas espirituales que el hombre y la mujer de Dios tienen en Cristo Jesús, como si se tratase de un ejército en la tierra, para destruir todo aquello que Satanás levanta en su contra como argumento de pecado para volverlos a su condición de sujeción a las tinieblas.

Las armas de nuestra milicia no tienen que ver con conocimientos religiosos, las armas de nuestra milicia es la Revelación de lo que Jesús significa como provisión de Dios para la restauración de la imagen con que Dios formó al hombre y a la mujer en el huerto del Edén.

Las ‘fortalezas’ son situaciones que el enemigo levanta a tu alrededor para hacerte sentir miserable, para hacerte perder la estima, para volverte inoperante ante algo o ante alguien: fortalezas anímicas, fortalezas emocionales, fortalezas mentales,

Las maquinaciones consisten en argumentos por los cuales trata de convencer a los creyentes de concurrir en los puntos a los cuales él los quiere conducir; en el caso de Eva, la serpiente buscó de que ella se enlazara con los dichos de su boca, para luego hacer que ella misma entregara la Palabra que Dios les había entregado, y recibieran ‘otra’, adulterada, en su lugar.

La astucia de la serpiente consistió en que sus palabras tenían la capacidad de convencer por la forma en que plantea las situaciones. Procura ‘hacerte hablar’ para atraparte, en una palabra.

La guerra espiritual es vista en muchos medios cristianos como un conocimiento auxiliar de la vida en Cristo Jesús, útil conocerla, pero no necesaria para alcanzar la salvación; por ello, muchos hombres y mujeres de fe no la consideran como un tema de estudio trascendente para crecer en la vida de fe;

vida de fe y guerra espiritual son doctrinas de formación del carácter de aquellos que han nacido del Espíritu según el Evangelio de Jesús; en ellas, nótese, la fe es definida como ‘escudo’, no como arma de ataque sino de defensa, lo que nos lleva al entendimiento de que la guerra espiritual no consiste, únicamente, en ‘reprender’ a Satanás, ni está dirigida exclusivamente a levantar batallas contra posesiones satánicas; la guerra espiritual es la resistencia que el que ha creído en Jesús le opone a Satanás para impedir que éste siga utilizando su vida como instrumento de iniquidad.