Cuando en nuestra empresa estamos de cara al cliente, es muy importante dar una imagen definida a cliente. Por ello, es clave saber cómo debemos atender a nuestra clientela y saber que todas nuestras acciones pueden hacer decidir al cliente si contratar con nosotros o no. Y es que decir que somos la cara visible de nuestra empresa no es nuevo, pero nunca está de más recordarlo.
Sin embargo, no siempre podemos estar nosotros mismos al pie del cañón tanto como nos gustaría, por lo que es fundamental tener la capacidad de delegar en nuestra empresa y saber en qué puesto tenemos a cada trabajador. Porque en función de dónde se encuentre nuestro trabajador, debemos buscar la forma de formarlo, de potenciar y ajustar sus características al puesto en que desempeña el trabajo.
Tan solo si somos capaces de sacar el mejor rendimiento de nuestros compañeros, podremos tener claro que nuestras expectativas de negocio van a funcionar. Y es que en este nuevo episodio de Escuela de Empresarios intentamos, a través de un ejemplo real, relatamos cómo debemos mostrar nuestra mejor cara a los clientes. Con ello, tratamos de haceros entender que tan importante es el servicio en sí mismo, como el servicio que se ofrece a los clientes y la imagen que estos se llevan de nuestra empresa, para lo cual debemos saber cómo funciona nuestro equipo y qué elementos fomentar y formar.